Las organizaciones atraviesan importantes procesos de cambio, muchos de ellos tienen como objetivo adaptarse a los aspectos económicos, comerciales, laborales, tecnológicos, y a otra importante cantidad de variables relacionadas a la organización. Estos procesos constituyen escenarios de interacción social, cuya comprensión es fundamental para poder abordarlos con el conocimiento, la oportunidad y la eficacia requerida por la actividad organizacional. Ante ello, la necesidad de aportar elementos teóricos y prácticos que permitan considerar las características comunes de determinados agrupamientos humanos de una organización y de su entorno, adquieren un rol primario en los sistemas organizacionales, facilitando de esta manera, los procesos de diagnóstico, planificación, intervención y evaluación de los resultados alcanzados.